The Fifth Project meeting of our ELAPSE Project took place on 20th an 21sr of January in our headquarters un Valladolid.
We were received by the General Director of Innovation and Teacher Training of the Consejeria of Castilla y León, Mr Luis Domingo González Nuñez who received us and encouraged us to continue our work on the implementation of language teaching and learning among European Schools.
This reception is a great asset for the project as we had the chance to present it to stakeholders in Castilla y León spreasing our impact.
During the meeting we finalised the CLIL Online Course we have been working on for a year. It is very visual, practical and a great training tool for teachers all around Europe.
We also worked on the CLIL Lesson Plans which are exemplary fue European Teachers and we advanced on the learning itineraries and the Best Practice examples on the application of CLIL methodology.
All the work done was result of a great personal and working environment among all the partners.
More information on our website and in the video above.
ELAPSE website: https://lfee.net/erasmus-plus-elapse/
El pasado 2 de octubre de 2025, la normalidad de una de las calles más concurridas de Oviedo se vio interrumpida por un hecho inesperado. Un incendio en la cocina de un bar en el número 11 de la calle González Besada obligó a la intervención inmediata de los Bomberos de Oviedo. El fuego, iniciado en una freidora, generó una gran alarma entre los empleados del establecimiento, clientes y viandantes.
Según testigos presenciales, fue el propio propietario del local quien actuó con rapidez en los primeros instantes, conteniendo las llamas hasta que llegaron los efectivos municipales, quienes aseguraron el área y atendieron esta mañana al personal del restaurante. Aunque el suceso no derivó en heridos graves, volvió a poner en el centro del debate la seguridad contra incendios en cocinas profesionales.
Las cocinas de bares, restaurantes y comedores industriales son entornos de alto riesgo de incendio. La mezcla de temperaturas extremas, aceites inflamables, sistemas eléctricos y el ritmo acelerado de trabajo hace que cualquier incidente pueda escalar rápidamente. En cuestión de segundos, un fuego puede pasar de un equipo concreto a toda la instalación, afectando incluso al comedor y a las zonas de atención al público.
Frente a este escenario, disponer de un sistema de extinción de incendios en campanas extractoras se convierte en un recurso esencial. Estos sistemas están diseñados para actuar sobre las áreas más vulnerables —campanas, filtros y zonas de cocción— neutralizando las llamas antes de que se propaguen.
El incidente en Oviedo evidencia la importancia de contar con sistemas automáticos de extinción de incendios en cocinas industriales. Estos equipos detectan de manera autónoma el aumento brusco de temperatura y descargan un agente extintor específico sobre la fuente del fuego. De esta forma, se controla la combustión de aceites y grasas, elementos que, por sus características, resultan altamente inflamables y difíciles de extinguir con medios tradicionales.
Su gran ventaja es la rapidez: no dependen de la intervención manual de una persona. Aunque la actuación del dueño del local fue decisiva, no siempre se puede contar con la presencia o la preparación adecuada del personal. Estos sistemas garantizan una respuesta inmediata, protegiendo tanto a los trabajadores como a la clientela y reduciendo el riesgo de pérdidas materiales y humanas.
En múltiples publicaciones de este blog de extintores, los especialistas destacan que instalar equipos de seguridad no es suficiente sin una cultura preventiva. El personal de cocina y sala debe estar formado en protocolos de actuación ante emergencias, en el uso de extintores portátiles y en planes de evacuación adaptados a las características del local.
Igualmente, la prevención pasa por el mantenimiento regular de los equipos de extracción y extinción. Limpiar filtros, revisar válvulas, comprobar sensores de temperatura y garantizar que los sistemas no estén obstruidos es fundamental para asegurar que, en caso de emergencia, el dispositivo responda sin fallos.
En el caso de Oviedo, los bomberos se personaron rápidamente y atendieron al personal del restaurante afectado por el humo, además de supervisar la zona para evitar que el incendio se reactivara. No obstante, en este tipo de sucesos cada minuto cuenta. La intervención humana y la llegada de los equipos de emergencia son imprescindibles, pero los primeros instantes son decisivos, y en ese margen los sistemas de extinción automática marcan la diferencia.
Un incendio en un bar o restaurante no solo supone pérdidas económicas y materiales: también impacta en la confianza de los clientes. En un sector tan competitivo como la hostelería, los consumidores valoran la seguridad tanto como la calidad gastronómica o el servicio recibido.
Invertir en protección activa contra incendios transmite profesionalidad y compromiso, además de garantizar la continuidad de la actividad comercial. Sistemas de detección, alarmas, extintores manuales y dispositivos automáticos en campanas y freidoras forman parte de un plan integral de seguridad que refuerza la reputación del negocio frente a su clientela.
La legislación española en materia de seguridad contra incendios en locales de pública concurrencia es clara y estricta. Las cocinas de bares, restaurantes y comedores están obligadas a disponer de sistemas de prevención y protección adecuados, dimensionados según el aforo, la superficie y el tipo de actividad.
La instalación de sistemas automáticos de extinción en cocinas profesionales no solo es una medida de seguridad recomendable, sino que en muchos casos constituye una exigencia legal. No cumplir con estas normativas puede acarrear sanciones, cierre temporal del local e incluso responsabilidades penales en caso de accidente.
El incendio ocurrido en Oviedo debe servir de advertencia para todo el sector: prevenir es siempre más seguro y económico que reparar daños. Garantizar la seguridad de trabajadores, clientes y establecimientos requiere una estrategia que combine tecnología, formación y compromiso.
Las claves pasan por:
Instalar sistemas automáticos de extinción en zonas críticas como campanas extractoras y freidoras.
Formar al personal en procedimientos de emergencia y uso de extintores.
Realizar mantenimientos regulares de campanas, detectores y sistemas de extinción.
Cumplir de forma estricta con las normativas vigentes en materia de protección contra incendios.
Solo así se puede evitar que incidentes como el vivido en González Besada se conviertan en tragedias mayores. La hostelería, un sector esencial para la economía y la vida social, debe apostar sin reservas por la seguridad como un pilar básico de su funcionamiento diario.