El pasado mes de febrero tuvieron lugar las sesiones por videoconferencia de un nuevo curso para profesorado bilingüe y especialista en inglés de toda la comunidad de Castilla y León.
Para estas sesiones, celebradas el 7 y el 14 de febrero, contamos con una ponente excepcional y de gran trayectoria profesional como es Jennifer Schmidt.
Tal y como señala el propio título del curso, la temática estuvo centrada en la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL) y técnicas de Aprendizaje Cooperativo. Gracias a estas ponencias hemos aprendido los principios básicos de esta metodología tan apropiada para la enseñanza CLIL, ya que es ideal para poner en práctica las habilidades comunicativas en un idioma extranjero y desarrollar un aprendizaje significativo, en el que el alumno se convierte en protagonista de su propio aprendizaje.
Compartimos todos los materiales de estas intensas sesiones de formación, gracias a la generosidad de la ponente, que recopilamos en el blog de la actividad, junto con muchas de las propuestas de aplicación realizadas por los participantes, poniendo en práctica todo lo aprendido.
Pincha en la siguiente imagen para acceder al enlace con todas las presentaciones de la ponente.
Y en la siguiente imagen podéis acceder a todas las actividades de aplicación publicadas, un gran ejemplo de cómo llevar a la práctica todo lo aprendido.
El curso tuvo una gran acogida y muy buenas valoraciones por parte de los participantes, que, como todos los años, tienen una cita formativa ineludible para el profesorado que imparte inglés y asignaturas bilingües en centros de toda la comunidad.
Extintores co2 2 kg
¿Existe relación entre el peso del extintor y su eficacia? Análisis detallado sobre la importancia del peso en la funcionalidad real de los equipos de extinción.
La elección del equipo adecuado para combatir un incendio determina en gran medida la capacidad de respuesta ante una emergencia. El peso del extintor, aunque frecuentemente interpretado como indicador directo de eficacia, es sólo una de las variables que influyen en su rendimiento real. Comprender cómo intervienen la autonomía, el tipo de agente, la maniobrabilidad y la compatibilidad con cada clase de fuego es fundamental para seleccionar el dispositivo más adecuado y garantizar una protección eficaz.
Capacidades y comportamiento de los extintores más ligeros
Los modelos de menor peso —entre 1 kg y 3 kg— se caracterizan por su uso extremadamente ágil, especialmente pensado para viviendas, vehículos y zonas donde se requiere actuar de inmediato. La ligereza del equipo permite a cualquier usuario intervenir sin esfuerzo, lo que incrementa la probabilidad de controlar un fuego en sus etapas iniciales. Estos dispositivos ofrecen descargas rápidas y concentradas, adecuadas para focos pequeños donde la velocidad supera a la cantidad de agente disponible.
El extintor abc 6 kg se ha consolidado como la opción más versátil y equilibrada en oficinas, comercios, comunidades residenciales y establecimientos públicos. Su capacidad de descarga, que oscila entre 12 y 18 segundos, lo convierte en una herramienta efectiva para la protección de áreas con riesgo mixto. Gracias a su polvo polivalente, es capaz de actuar sobre fuegos sólidos, líquidos inflamables y gases combustibles, ofreciendo una protección óptima sin comprometer la facilidad de manejo. Su peso proporciona una autonomía superior a la de los modelos ligeros, sin llegar a dificultar su uso durante una emergencia.
El extintor co2destaca por su capacidad de actuar sin dejar residuos, siendo ideal para instalaciones eléctricas, equipos sensibles y fuegos de clase B. Aunque su cilindro es más pesado debido a la presión interna, esto no implica necesariamente una mayor eficacia volumétrica. Su descarga es muy rápida y, en consecuencia, el tiempo de actuación es más corto en comparación con otros agentes. El peso del equipo responde más al diseño estructural que a la cantidad de agente, por lo que su rendimiento debe evaluarse en función del tipo de riesgo específico que se desea proteger.
Los extintores se clasifican en función del agente extintor que contienen, lo que determina su comportamiento y su relación con el peso. Los modelos de agua o espuma suelen ser más pesados y están destinados a fuegos de materiales sólidos o líquidos inflamables. Los de polvo ABC ofrecen un rendimiento superior por kilogramo, gracias a su capacidad expansiva y su alto poder de sofocación. En cambio, los extintores de CO₂, aunque pesados, tienen una actuación muy puntual. Cada agente presenta un rendimiento diferente, por lo que el peso sólo adquiere significado cuando se analiza junto con su aplicación técnica.
La proteccion activa contra incendios engloba todos los sistemas diseñados para actuar directamente sobre un fuego, y los extintores forman parte esencial de este conjunto. La elección del equipo adecuado debe contemplar factores como el tipo de riesgo, la carga de fuego, la accesibilidad y la capacidad del usuario final. Un extintor con mayor peso puede ofrecer más autonomía y potencia, pero si es difícil de manejar pierde valor dentro de una estrategia de protección activa. La clave radica en equilibrar eficacia técnica con facilidad de uso y rapidez de intervención.
En términos estrictamente técnicos, existe relación entre el peso del extintor y su eficacia, ya que una mayor cantidad de agente extintor suele traducirse en más segundos de descarga. Sin embargo, esta relación no es absoluta ni lineal. Un extintor más pesado puede ser más potente, pero si resulta difícil de manipular, su eficacia operativa disminuye considerablemente. Por ello, la relación entre peso y rendimiento debe evaluarse teniendo en cuenta la naturaleza del fuego, la formación del usuario y la rapidez con la que puede acceder al equipo.
La autonomía del extintor es uno de los factores más relevantes asociados al peso. Mientras que un equipo de 1 kg solo permite entre 6 y 8 segundos de actuación, uno de 9 kg puede alcanzar los 25 segundos. Esta diferencia es crucial cuando se requiere más tiempo para atacar la base del fuego o controlar una superficie mayor. Sin embargo, incluso una autonomía ampliada puede ser insuficiente si el incendio ha avanzado demasiado, por lo que el peso, por sí solo, no garantiza una mejor respuesta.
Los agentes extintores rinden de forma diferente según su composición. El polvo ABC ofrece un rendimiento excepcional por unidad de peso, mientras que los equipos de agua y espuma requieren mayor volumen para actuar eficazmente. El CO₂, aunque pesado, se descarga en segundos y es idóneo para riesgos eléctricos. Por lo tanto, el peso del extintor debe analizarse en conjunto con el agente que contiene y no como un valor aislado.
La maniobrabilidad es un criterio determinante para cualquier usuario. Extintores muy pesados pueden generar dificultades durante una emergencia, especialmente en personas sin formación, mayores o con limitaciones físicas. Un equipo ligero, fácil de activar y ubicado estratégicamente puede resultar más eficaz en situaciones reales que uno más pesado pero difícil de manipular.
El RIPCI establece los requisitos mínimos de instalación, mantenimiento y certificación, priorizando la capacidad real del equipo sobre su peso. La normativa exige que cada extintor cumpla con una clasificación mínima, garantizando así que su rendimiento ha sido evaluado en condiciones controladas, independientemente del peso.
El peso del extintor es un factor importante, pero no determina por sí solo su eficacia. La selección adecuada depende de la autonomía, el agente, el riesgo, la accesibilidad y la capacidad del usuario para operarlo bajo presión. Un extintor correctamente elegido, bien ubicado y utilizado de inmediato ofrece siempre mejores resultados que un equipo demasiado pesado o inadecuado para el tipo de fuego presente.