Gracias al proyecto OBSERVA_ACCIÓN tenemos la gran oportunidad de ver a diferentes maestros impartir sus clases, usando diferentes metodologías y técnicas para que sus alumnos logren una serie de objetivos como es el aprendizaje progresivo de una lengua extranjera.
Lógicamente dentro de esta observación distinguimos a aquellos que rápidamente adquieren el contenido fácilmente, mostrando una gran destreza en el uso de dicha lengua, de los que necesitan un mayor esfuerzo para lograr el mismo objetivo.
Aunque a pesar de esas dificultades ambos son bilingües, como nos comenta Jon Duñabeitia investigador en Ciencia Cognitiva del Lenguaje.
Partiendo de esta idea a lo mejor no es tan importante la inteligencia con la que nacemos, a cómo tratamos de trabajarla o motivarnos para el aprendizaje.
Siempre hemos tenido alumnos con una mayor o menor facilidad para aprender una asignatura o tener mayor motivación o predisposición a ciertas áreas educativas, como la música, los idiomas, las matemáticas, pero quizás en el caso de los idiomas y con el progresivo aumento de secciones bilingües en los centros podemos percatarnos más de dicha situación.
Os enlazo con una reflexión de David Bueno ( Doctor en biología e investigador en genética) sobre si la inteligencia viene de serie o se entrena, que a buen recaudo nos hará plantearnos diferentes aspectos de nuestra forma de enseñar o de impartir nuestras clases.
El trato humano y la fé que tengamos en nuestro alumn@s hará de ellos personas automotivadas y enseñadas en la cultura del TU PUEDES YO CREO TÍ.
Como David Bueno dice: La Mirada de aprovación del maestro es más gratificante que un 10.