Imagen de Denis Krebbs
Definir el blended learning como enseñanza semi-presencial es quedarse apenas con la punta del iceberg de lo que este planteamiento supone. Se trata de una enseñanza combinada en la que entran en juego diferentes factores: combina la enseñanza presencial con la formación online, incluye las TIC como un instrumento cotidiano en el proceso de enseñanza-aprendizaje y adopta nuevos enfoques metodológicos más acordes con la nueva realidad social, como es el caso del enfoque por proyectos.
El blended learning supone un avance con respecto al e-learning, ya que conjuga todos los aspectos positivos de la enseñanza presencia y no presencial, además de acomodarse a los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje del alumnado que va dirigido, potencia el trabajo colaborativo y cooperativo entre los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje del alumnado al que va dirigido, potencia el trabajo colaborativo entre los diferentes agentes implicados, permitiendo crear una comunidad de aprendizaje eficaz y eficiente, en clara consonancia con las habilidades profesionales demandadas en el ámbito europeo.
Dentro del ámbito de los idiomas, el blended learning posibilita:
Con este tipo de iniciativa se está contribuyendo no sólo al desarrollo de la competencia lingüística, sino de la competencia digital, de comunicación e interrelación multicultural, tan necesaria en la realidad europea en la que estamos circunscritos.
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